La velocidad de lectura varía de persona a persona, y los subtítulos deben ser diseñados teniendo en cuenta esta diferencia. ¿Pero cuánto tiempo realmente necesitamos para procesar un subtítulo?
Estudios han demostrado que, en promedio, las personas leen entre 150 y 250 palabras por minuto. Esto significa que, al subtitular, es fundamental encontrar un equilibrio entre la cantidad de texto y el tiempo que se muestra en pantalla. Si un subtítulo se presenta demasiado rápido, los espectadores pueden perder información valiosa y no captar completamente el mensaje. Por otro lado, si se muestra durante mucho tiempo, el espectador puede perder el interés o distraerse.
Para facilitar la comprensión, es recomendable seguir algunas pautas simples. En general, se sugiere que los subtítulos contengan un máximo de 2 líneas de texto y no más de 42 caracteres por línea. Además, se debe considerar el ritmo de habla de los personajes y adaptar el tiempo de visualización para que los espectadores tengan suficiente tiempo para leer sin sentirse presionados.
Por ejemplo, en una película donde un personaje dice rápidamente: «¡Rápido! Necesitamos salir de aquí ahora mismo», el subtítulo podría mostrarse como: «¡Rápido! Necesitamos salir». De esta manera, se elimina la redundancia y se asegura que el mensaje principal se capte de inmediato. En contraste, en una escena más tranquila, como una conversación reflexiva, un subtítulo más largo puede permitirse. En este caso, si un personaje dice: «Siempre he creído que las pequeñas cosas son las que realmente importan en la vida», podríamos mostrarlo durante un tiempo más prolongado para permitir que los espectadores lo procesen adecuadamente.
Finalmente, es importante recordar que la audiencia es diversa. Algunos espectadores pueden tener dificultades con la lectura rápida, mientras que otros son más ágiles. Por ello, al crear subtítulos, es crucial pensar en la experiencia del espectador y ofrecer una presentación que no solo sea precisa, sino también accesible y cómoda de leer.
